Abre la puerta Rolando, están tocando.
Ya Vir la mesa viene preparando;
Julio se arregló para su hermano,
porque a casa finalmente ha llegado.
Hagamos una carne asada afuera,
celebremos la nueva vida eterna,
saludemos a tus tías y tus abuelas
que todas esperaron a que aquí estuvieras.
Abraza el cielo y las estrellas,
que tus hijos aún te ven en ellas;
la luna llena con todas tus sonrisas
que esas tu esposa nunca olvida.
Siente el viento, la lluvia y las nubes,
prende en tu casa eterna todas las luces,
para ver en qué punto de allá arriba
están las almas blancas que te reciban.
Como el nombre de un valiente aventurero,
de odiseas y caminos nuevos estás lleno,
pero tu supiste siempre llenarlo entero,
de todos los Ulises fuiste al que más yo quiero.
Grande esposo, hermano, padre y tío ni se diga,
soltando carcajadas hasta que duela la barriga;
aquí Héctor y Vicky tu humor sano se quedan
y Ángeles con la bondad que tu le heredas.
Leomar cree que te has adelantado,
pero Hugo supo que siempre te ha gustado
estar primero para preparar todo el camino
que nos lleve a Dios y a nuestros seres queridos.
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